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PREMIO NACIONAL

Carta de apoyo, postulacion de Oscar Castro al premio nacional de las artes de la representacion

 

CARTA DE APOYO A POSTULACIÓN DE OSCAR CASTRO COMO PREMIO NACIONAL DE ARTES DE LA REPRESENTACIÓN.

 

En el marco de la convocatoria al Premio Nacional de Artes de la Representación 2017, quienes suscriben esta carta manifiestan su apoyo a la postulación de Oscar Castro, reconociendo así su enorme trayectoria y su gran aporte a la creación teatral y a la imagen del teatro chileno en el mundo entero, su conexión con nuestra cultura popular y su inclaudicable promoción y defensa de los Derechos Humanos en nuestro país.

 

Tras fundar el teatro Aleph en Chile, un referente del nuevo teatro que emergió a fines de la década del 60, debió partir tempranamente al exilio en Paris, donde se instaló con el Teatro Aleph, el grupo latinoamericano más antiguo y reconocido de Francia. Su trayectoria le ha valido ser elegido miembro de número del prestigioso Pen Club de Paris (al que han pertenecido solo dos chilenos, Vicente Huidobro y Pablo Neruda) y ha sido condecorado con la orden de Chevalier des Arts et des Lettres de la República Francesa.

 

Ha sido el dramaturgo del exilio, representando a miles de hombres, mujeres y familias que sufrieron la diáspora de la dictadura, a través de una obra que sublima el dolor, derrota al odio y hace renacer la esperanza en el género humano.

 

Dramaturgo, maestro, director y actor de teatro con una trayectoria lúcida, vívida e incuestionable, a sus 70 años ha escrito, dirigido y actuado más de 200 obras originales, entre las que se destacan “El Exiliado Mateluna”, que Gabriel García Márquez nominó “la obra maestra del exilio latinoamericano”, “Érase una vez un rey”, que es una de las obras chilenas más representadas en el mundo, “El kabaret de la última esperanza” y “Muerte en Valparaíso”, donde compartió roles con el gran comediante francés Pierre Richard.

 

Ha actuado en numerosos filmes, entre otros “Ardiente paciencia”, de Antonio Skarmeta, “Qué hacer”, de Raúl Ruiz, Saúl Landau y Nina Serrano, “Nowhere”, de Luis Sepúlveda, “El exilio de Gardel”, de Fernando Solanas, “Flor de canela”, de Frederick Laffont, “On peut toujours rêver”, de Pierre Richard, “Exil-sur-scène” , de Jean-Michel Rodrigo y Marina Paugam, “Il y a des jours et des lunes” de Claude Lelouch.

 

Su carrera ha sido reconocida internacionalmente y ha compartido roles y trabajos con Ariane Mnouchkine, directora del Teatro de Soleil, con el director inglés Peter Brook. el cineasta Claude Lelouch, el músico Mikis Theodorakis, los actores Pierre Richard y Harvey Keitel, el cantautor Pierre Barouh, los escritores Antonio Skarmeta y Luis Sepúlveda, los sociólogos Alain Touraine y Bruno Latour, entre otros.

 

Ha escrito las novelas “El kabaret de la última esperanza” y “Solo se recuerda lo que se olvida”, es fundador de la escuela de actuación teatral “Latin’Actor” y docente del prestigioso Instituto de Estudios Políticos de Paris, SCIENCE PO.

 

Su teatro es una expresión de la cultura popular, en que se destaca la ternura y humanidad de sus personajes y el agudo e ingenioso humor que imprime en cada una de sus piezas. Y como tal, en 1990 creó una nueva propuesta de teatro social: el Teatro de la Gente y los Oficios, con el cual ha creado y montado un centenar de obras de teatro creadas colectivamente con empleados, trabajadores, pobladores, profesionales y miembros de empresas e instituciones de todo tipo. Profesores, asistentes sociales, médicos, policías, estudiantes, cesantes, empleados y trabajadores de empresas públicas y privadas han vivido esta experiencia teatral que les transforma la vida, la cual también ha desarrollado con profesionales y trabajadores de empresas chilenas.

 

Oscar, es hijo de Julieta Ramírez, detenida desaparecida cuyos restos hasta el día de hoy no han sido encontrados. Esa tragedia determinoĢ su vida y su camino irrenunciable por la senda del teatro.

La causa más inclaudicable y urgente para un detenido desaparecido es no desaparecer. Y Oscar puso al servicio de la causa de su madre lo más importante que ha tenido en su vida: el teatro. Pero no hablamos de cualquier teatro, sino del teatro de la calle puesto al servicio de la comunidad.

 

Es que a pesar de haber vivido más de cuarenta años en París, Óscar Castro nunca se ha ido de Chile y ha sido un embajador de nuestra cultura y portador de nuestra más genuina identidad.

 

En ese incesante ir y venir, hace unos años fundó el Teatro Aleph Chile para desarrollar en su país el trabajo teatral que ha realizado durante 40 años en el extranjero. Un teatro popular, al alcance de todos y que sirva para expresar los sueños, las demandas, las ganas y los estados de ánimo de la gente y que funciona en una casa que el Ministerio de Bienes Nacionales le entregó en la calle Eulogio Altamirano en la comuna de la Cisterna.

 

Y el 13 de mayo inauguró en esa comuna de clase media y popular, la Sala Julieta, un espacio teatral construido y financiado íntegramente por Óscar, con los fondos que recibió como indemnización del Estado de Chile por el asesinato de su madre a manos de la dictadura. Allí, miles de chilenos de los barrios populares podrán ejercer su derecho humano al teatro, del cual nadie debería estar excluido.

Por estas, y muchas más razones es que suscribimos a la postulación de este premio tan merecido. Y la oportunidad no puede ser más significativa, puesto que este año 2017, Óscar Castro ha cumplido los 70 años de edad y su criatura más querida, el Teatro Aleph, cumple 50 años de vida.

 

Si pueden apoyar su candidatura en la fan page en facebook y comentar su candidatura seria genial.

 

https://www.facebook.com/OscarCastroPremioNacional/?pnref=story

 

Mejor si pueden compartir con todos los amigos que tienen. Gracias por su ayuda.